Hombre solitario
Se detuvo la máquina, la rueda estaba reventada, podría haber seguido así tal cual debajo de los parrones que importaba, nadie lo veía, solo algunos búhos que cabeceaban de sueño lo miraban entre la bruma espesa. Se detuvo, como pudo levanto la pierna derecha, luego la izquierda, lentamente fue afirmándose con su manos congeladas en los fierros del tractor, los gemidos de dolor hacían ecos en la infinita noche silenciosa. Detrás del asiento guardaba una botella de petróleo, puso un poco de combustible en un guaipe que guardaba entre los fierros del tractor, luego corto ramas de los parrones y entre tropezones encontró varias tocones viejos de las podas anteriores, puso la leña en forma de triángulos y encendió el fósforo, exploto la chispa y empezaron a crepitar las llamas , era una nueva noche de cientos de noches en cuarenta años que volvía a dormir a la intemperie, con el cielo cubriéndolo de estrellas y la gélida frazada de escarcha cubriéndolo de blanco, con la tenue luz de su fogata alumbrando su rostro liso y brillante, dormido en lo mas profundo aquella noche pensó... no quiero ser ya mas un ser humano, estoy cansado de ser hombre ¿para que esta existencia? ¿por qué esta conciencia? ¿por qué no piedra o polvo he ir aventado de aquí para allá sin razón? solo ser un átomo entre toda la materia ¿por que no ola del mar y ser arrastrado por corrientes indecisas? o un árbol y ser cortado de un día para otro y echado al fuego para nacer y morir en un instante de tiempo corto y consumirse en el olvido. No lo sabia, que al soñar esa misma noche se cumplirían sus deseos.