SED (sueño III)

Será de tanto vivir, o de tanto sentir los dolores de mi cuerpo, muerto de sed despierto. Bebo un vaso de agua y recuerdo…Recuerdo el sueño de hace un momento: Una sábana blanca cae sobre un abismo infinito, envuelve un corazón mecánico y a un niño solitario. Una gota de sangre cae sobre la leche…la imagen se hace espesa, Pienso…(dentro del mismo sueño)…Hubiera querido ver mi rostro joven o un mundo diferente. Me muero en el sueño…paso a un mundo que no es presente si no más bien mi propio mundo, el de mi mente. En el fondo veo los espantos y las visiones mas espesas ¿Estaré pronto a nacer de nuevo? No, es la respuesta. Una voz solitaria me lo ha dicho ligeramente. Mi vida se resiste a vivir la futura miseria del alma no así el tiempo que arrasa con todo ¿Qué le importa al tiempo que las cosas se pudran con el tiempo? Pienso…(despierto).La materia no defiende lo suyo, mi espíritu resiste y grita: ¡El mundo que vivo no es el mío, me acabo de dar cuenta! ¡Este vaso de agua nos es agua, es la imagen de un mundo muerto! Ahora ya no quiero volver la mirada a los espejos ni a las ventanas, me da miedo volver a ver algo diferente, ver a un hombre seco, sin lengua, ni madre, vacío en su existencia…Me ha contagiado la enfermedad que trastorna al mundo condenado a noches sin estrellas y a terrores atómicos, si solo fuera un niño lleno de esperanza o una hoja titilando en una oscuridad llena de ausencia, no vendría la razón con su pesado sueño a cargarme con pesadillas futuristas. Es verdad, todos lo saben, los libros sagrados, poetas y mendigos, los sabios, los grandes bloques de hielo y el mar aumentado, todos lo saben y lo ignoran, la conciencia colectiva calla su muerte anunciada…veo un cielo rojo de espanto, cantando a un gallo, y a un niño llorando. Explota el cielo, ya no es un sueño, es mi cabeza vieja…quiero pensar ilusoriamente que mis temores son signos solamente, quiero pensar que la humanidad seguirá siendo hermosa eternamente. En el vaso de agua que bebo a cada noche veo una imagen aterradora, un devenir caótico, de tanto vivir o de pensar no lo sé…Muerto de sed despierto con tantas ganas de vivir…¡de vivir! Todas las generaciones pasadas han muerto. Camino sobre el polvo de nuestros antepasados, y aunque no sé dónde el polvo bailarín me encontrará, deberé con mis alas abrazar el espacio que envuelve mi vida a la existencia presente, al ahora mismo; reflexionar las letras sobre los murales resquebrajados, antes de caer rendido… ya sea de cansancio …ya sea de viejo.